NISEKO GRAND HIRAFU - JAPON 4


Durante la noche un fuerte ruido me despertó sin saber muy bien que había sido, con los primeros rayos de sol descubría la razón de lo que había pasado, y era que había caido tal cantidad de nieve del tejado del hotel, que había tapado mi ventana.

Rápidamente abría la puerta de la habitación para buscar una visión del exterior y era magnifica, continuaba nevando de una forma mas moderada, a la vez que quería hacer acto de presencia el sol aumentando de forma considerable la visibilidad del día anterior.




Casi no se distinguían las calles después de la copiosa nevada

Después de desayunar en el hotel y compartir opiniones con los otros huéspedes del hotel ( En Japón te ponen el nombre del sitio donde debes de sentarte a desayunar, de esa forma es más fácil conocer gente de otras nacionalidades ya que compartes la misma mesa, en este caso los compañeros eran de Australia, Nueva Zelanda, Hong Kong y Singapur).



Ambiente muy familiar en el comedor del hotel

Las piernas estaban bastante cansadas del día anterior, así que esta vez vagueé un poco y me cogí el autobús que me dejara en pistas para empezar otra jornada epica.



Parada del transporte a pistas que recorre el pueblo

Esta vez me fui a descubrir el lado derecho del Resort, la estacion que se llama Niseko Grand Hirafu.

Zona de iniciación de Hanazono

Esta parte no se si era por la visibilidad pero era mucho mas divertida, no había pistas tan facilitas como las del día anterior, pero en cambio si había zonas perfectas para la practica del freeride.

Ahí encontraba puertas de acceso a zonas especiales para la practica de esta modalidad de esquí, donde un cartel te avisaba de los riesgos que te podías encontrar, principalmente riesgos sin señalizar. 



Entrada a un fuera pista controlado

Estas zonas se encontraba delimitadas por cuerdas, siguiendo el mismo sistema que había visto en Estados Unidos, lo cual te da un plus extra de seguridad a pesar de estar en una zona de estas caracteristicas.

Después de la primera bajada y disfrutar de los continuos giros entre árboles, los cambios de rasantes, y sobre todo de la cantidad de nieve (superior a 5 metros en muchas zonas) decidí que me iba a quedar todo la mañana recorriendo una y otra vez estas zonas.




Múltiples itinerarios a elegir


Aquí se puede ver el bosque que hay que cruzar para llegar a las pistas


Dentro de los bosques

Las sensaciones eran únicas, lastima que el esquiar por fuera de las pistas hace que aumente el cansancio de las piernas, así que a la hora de comer decidí volver a la zona de Niseko Village donde volver a cambiar los esquís para la jornada de noche que me esperaba.



Zona baja de la estación, con telesilla automático



Con esta calidad de nieve se encontraban las pistas 


Tranquilidad por las pistas


Parte más alta de la estación donde aún se encontraba la niebla


Guardería y zona infantil

Después de comer tocaba recuperar fuerzas, solo que esta vez preferí probar algo típico de la cultura japonesa, los Onsen.

Bajo este nombre encontramos los tradicionales baños termales japoneses, que mas de una vez hemos visto en las peliculas o dibujos animados japoneses. 

Los Onsen son baños termales y según los locales terapéuticos, donde el agua fluye del interior de la tierra, y en este caso estando en una zona volcánica a una temperatura algo elevada para mi gusto,43ºC.

Después de pagar una entrada (10 euros te dan una toalla pequeña y se pasa a la zona de vestuarios donde te explican las normas a seguir, básicamente se resumen en que solo puedes llevar esa toalla a la zona de baños.

Pase a la zona donde estaba el agua sin saber que hacer con esa toalla tan pequeña, así que la colgué en una percha y me metí en el agua. Dentro había dos zonas para bañarse, una interior y otra exterior rodeada de nieve.

Hasta el momento no había nadie más bañándose, así que decidí comenzar por la interior. Después de 5 minutos conseguí introducir las piernas, aquello no estaba caliente sino que quemaba, por lo que opte por probar la exterior que por lo menos al estar al aire libre y rodeada de nieve igual no quemaba tanto.

Afortunadamente había un par de grados menos y conseguí acostumbrarme a esa sensación cogiendo cada poco nieve del exterior la cual me ponía en la cabeza mientras se derretían a toda velocidad

Al poco de estar allí apareció la primera persona y descubrí la utilidad de la toalla. Aquel hombre llevaba la toalla sujeta por la mano, tapándose solo la parte más púdica, hasta que se introdujo en el agua. Una vez en el agua se la puso en la cabeza y solo la volvió a usar cuando salio del agua para volver a taparse la misma zona.

Mas tarde descubrí que es de mala educación andar por zonas publicas totalmente desnudo sin cubrirse las partes más íntimas.



Bañera interna a 42 ºC


Onsen exterior donde relajarse

Después de esta terapia, tocaba volver a pistas, donde tratar de repetir otra noche mítica como había sido la anterior, desafortunadamente no os puedo traer esas fotos, ya que por algún extraño motivo que no acabo de comprender, en la cámara de fotos no estaban grabadas, lo cual fue una pena, ya que durante la noche paro de nevar aumentando de forma considerable la visibilidad, sumado a la cantidad de nieve que había precipitado durante los días anteriores.




Foto de snowforecast.

CAPITULO 5 - NISEKO ANNUPURI

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